sábado, 12 de marzo de 2011

Single Cell Protein (SCP): microorganismos que se comen

¿Microorganismos que se comen? Seguro que más de uno ha pensado: “yo nunca, seguro”. Sin embargo, la existencia de estos productos en el mercado es notablemente destacada desde hace años, y últimamente se podría decir que están de moda entre aquellos que buscan una dieta más rica y equilibrada.

Se entiende por “Single Cell Protein” o “biomasa microbiana” un producto formado por células secas de microorganismos que han sido cultivadas a gran escala y que actualmente se comercializan como complementos en la alimentación humana y animal.

Es cierto que su aspecto no es muy atractivo, pero suponen una fuente de alto contenido en proteínas, sobre todo de aquéllas que contienen aminoácidos esenciales como la lisina, la metionina y la cisteína. Además, es un alimento rico en vitaminas y bajo en grasas.


La biomasa microbiana se ha empleado como fuente de alimentación desde hace muchos años en regiones como África y México [2]. Ya los aztecas consumían Spirulina procedente del Lago Texococo, una bacteria precedente del grupo de las cianobacterias que crece en ambientes húmedos con alto contenido en sales. Algunas culturas asentadas en el Lago Chad, también la incorporaban a su dieta habitual en forma de galletas.


El primer gran apogeo de la producción y el consumo de las proteínas microbianas se produjo durante la Primera Guerra Mundial en Alemania, debido a la escasez de alimentos. En la Segunda Guerra Mundial también se reactivó fuertemente su producción. Desde entonces, su desarrollo ha sido creciente con el transcurso de las décadas, aunque a partir de 1980, y debido a la fuerte competencia con otras fuentes de proteínas como la soja, la producción ha perdido rentabilidad en el mercado.

La principal ventaja frente a la soja reside en que la producción es prácticamente inmediata y requiere de un bajo grado de tecnificación. Normalmente se lleva a cabo en fermentadores, donde se induce el crecimiento de las células microbianas, a las que se alimenta con subproductos agrícolas e industriales . La biomasa se recolecta posteriormente y se trata debidamente mediante procesos de secado antes de ser comercializada. Para el ser humano se requiere un tratamiento posterior que elimine ciertos compuestos que suponen riesgos nutricionales, como es el alto contenido en ácidos nucleicos, y garantice la seguridad y la calidad del producto.


Las proteínas microbianas son similares a las de la harina de pescado, la soja o el suero descremado de la leche. Sus aplicaciones alimentarias no se limitan a su consumo directo, sino que también pueden utilizarse para desarrollar muchos productos derivados como lípidos, proteínas, ácidos nucleicos (ADN y ARN), hidratos de carbono y vitaminas.


Actualmente, se está experimentando con ellas como solución a ciertos problemas de salud; en concreto, como nutriente de control inmunitario en pacientes con anemia, hiperglucemia e hipercolesterolemia. Incluso algunas investigaciones han determinado su posible aplicación en el tratamiento de enfermedades visuales, como la retinitis pigmentaria. Es una muestra más del amplio abanico que ofrece la biotecnología para el progreso, la sostenibilidad y el bienestar del hombre. Y todo gracias a unos pequeños bichejos.

Bibliografía

[1] http://www.nutricionnatural.info/alimentos/proteina-unicelular.html
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Spirulina.
[3] http://www.scribd.com/doc/179197/Single-Cell-Proteins.
[4] http://www.slideshare.net/tabareto/introduccion-proteinas.
[5] http://www.es.globaltalentnews.com/actualidad/noticias/4221/Una-proteina-bacteriana-que-devuelve-la-vista.html.

NOMBRE:Alexander Sayago Maldonado C.I:16232455
EES SECCION:1

No hay comentarios:

Publicar un comentario